Las
estrías son la
gran pesadilla de las embarazadas, y no hay que dejarse estar porque estas
podrían ser permanentes.
Este
feo efecto físico se debe a que la piel se expande en su máximo esplendor,
sobretodo la panza, los cachetes, los senos, muslos, etc. Las fibras de la piel con menor
elasticidad se rompen dejando esas feas marcas, que dependiendo
de tu tono de piel va ser el color de las estrías.
Bueno,
hay algunas afortunadas que no les aparecen, pero de igual manera sufren todo
su embarazo esperándolas, ya que es
imposible predecirlas. Más bien es un problema de la elasticidad de la piel
y genética, si tu mamá tuvo, prepárate o si tu panza crece
demasiado rápido o más de lo normal.
Lo
único que puedes hacer para prevenir a las invitadas de piedra es controlar tu peso, no subir más de
lo recomendado y lentamente, para que la piel se vaya adaptando
de a poco. La mala noticia es que aún
no se comprueba la eficiencia de las cremas y aceites que te
recomienda el mercado, solo te sirve para la molesta comezón.
Así
que ojo, que las estrías van a ser para siempre, luego del parto lo más
probable es que su intensidad de color disminuya pero no desaparecerán. Y por
si creías que uno de los beneficios de estar embarazada era comer sin culpa,
vas a tener que pensarlo antes.
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